EL CAFÉ INGLÉS

LA REFINADA TIERRA DEL TÉ 
TAMBIÉN CEDIO AL CAFÉ
 
El café llegó a Inglaterra al mismo tiempo que el té y el chocolate hacia 1650, en momentos cuando los ingleses eran fuertes adictos al alcohol y la cerveza, pero también, cuando el puritanismo protestante comenzaba a tomar forma.
 


Como en varias partes de Europa, el café llegó a Inglaterra procedente de Turquía, de la mano de un judío de nombre Jacob, quien abrió lo que se conoce como coffee-house en Oxford en 1652. Posteriormente el armenio o griego, Pasqua Rosée, inauguró el primer café londinense, en la Saint-Michael's Alley, en Cornhill. Después vendrían otros coffee-houses, a los que llamarían "las universidades del penique", por aquello del precio de una taza de café que por el precio de un penique un parroquiano podía degustar una taza de café y conversar sobre cualquier cosa que se le antojara. Era el tiempo de la llamada "Comunidad Puritana" (1649-1659), y las cafeterías se convirtieron en los lugares preferidos para las reuniones públicas. En una de ellas, en la cafetería de Miles, se introdujo y utilizó la primera urna electoral.

A finales del siglo XVII el café era visto como una bebida "sobria", la cual incluso ayudaba al desarrollo del pensamiento, hasta el punto que era considerada un "estimulador cerebral", en momento que Inglaterra vivía la época  del racionalismo constructor del Estado absolutista burocrático. Es más, los racionalistas y en especial el puritanismo inglés dado a la generación de riqueza, consideraba al café como un fuerte aliado del trabajo como actividad física e intelectual, ya que excitaba  “el espíritu y con el fin de mantenerlo artificialmente despierto” lo cual a decir de la filosofía del trabajo inglés, se ajustaba a la necesidad de prolongar e intensificar el tiempo disponible para la creación de riqueza.
 
No en vano hay que decir, que el café en el siglo XVIII pasó a convertirse en la bebida del desayuno y la merienda, llegando a desplazar el té, bebida también considerada como "sobria" que respondía mejor a los intereses económicos de las colonias británicas.
 
CAFÉ A LO INGLÉS

No se podía dejar por fuera la tradición inglesa en materia de preparar su propio café. Para el caso de los ingleses, ya los irlandeses se le habían adelantado con el whisky, pero estos, sin señalar que la crema de whisky sea inglesa, la hicieron propia y presenta la siguiente mescla de ingredientes en lo que se conoce como el caso inglés:
 

3/4 taza de café

1 cucharada de licor Baileys
1 cucharada de crema batida
un toque de Canela
chocolate en rama.

Sobre su preparación, esta se lleva a cabo al mesclar una taza con 3/4 de café, y luego colocar el licor o crema de whisky derramándolo por el borde de la taza para que caiga de a poco. Finalmente se le agrega la crema batida, la canela, y espolvorear con el chocolate, en este caso el borde de la copa.

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