UN CAFÉ CARGADO, BUENO PARA LA SALUD
Un café cargado
A
pesar de las creencias, estudios recientes demuestran que el consumo
moderado de tinto es bueno para proteger el corazón y prevenir ciertos
tipos de cáncer.
Su aroma y su sabor
son inconfundibles. Viene en distintas presentaciones y su poder
estimulante es ampliamente conocido. Según cifras de la Organización
Internacional del Café (ICO, por sus siglas en inglés), a diario se
toman cerca de 1.400 millones de tazas y, aunque algunos lo asocian con
el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, entre otros males, la
evidencia científica ha demostrado que consumirlo en forma moderada
puede fortalecer los músculos de las personas, hacerlas menos propensas a
desarrollar cáncer y, por ende, a ser más longevas.
Un estudio reciente publicado en el New England Journal of Medicine, por
ejemplo, reveló que quienes beben cuatro o cinco tazas de café al día
tienden a vivir más que aquellas que solo ingieren una. Para la muestra
se evaluaron 400.000 personas entre los 50 y 71 años y, luego de
hacerles seguimiento durante 13 años, se encontró que las mujeres
redujeron su riesgo de muerte en 16 por ciento y los hombres en 12 por
ciento. Según los autores del trabajo, no existe una relación de causa y
efecto, pero “el café contiene compuestos importantes para la salud y
tratamiento de las enfermedades”, dijo a SEMANA Neal Freedman, coautor
del estudio y miembro de los Institutos Nacionales de Salud de Estados
Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Muchos estudios han explorado la relación entre el consumo de café y el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca, pero sus conclusiones han sido inconsistentes. Una investigación reciente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, para la que se evaluó un grupo de 140.000 personas durante diez años, no encontró ninguna relación entre el consumo de cafeína y el historial de ataques al corazón y, por el contrario, reveló que tomar cuatro tazas al día ayuda a protegerlo. Aunque la bebida ha sido asociada con hipertensión, Elizabeth Mostofsky, coautora del trabajo que fue publicado en la revista Circulation: Heart Failure, señaló a SEMANA que “hay evidencia de sus beneficios a largo plazo”.
El café contiene antioxidantes que pueden mejorar el metabolismo de la glucosa y la secreción de insulina. Además, reduce la inflamación e inhibe el crecimiento de tumores, por lo que disminuye el riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer. Otra investigación reciente de la Universidad de Harvard, para la que se analizaron 113.000 personas consumidoras de café, mostró que tan solo el 20 por ciento de ellas desarrolló cáncer de piel.
De igual forma, la cafeína tendría un efecto en el desarrollo de cáncer de próstata y el de seno. En ambos casos hay evidencia científica de que reduce el riesgo de padecer este tipo de enfermedades. En el caso de la próstata, así lo reveló un trabajo publicado en el Journal of the National Cancer Institute. Otro, que apareció en Breast Cancer Research, afirma que el café es bueno en mujeres posmenopáusicas con cáncer de seno avanzado.
Todo lo anterior se suma a otros estudios recientes que hallaron vínculos entre el consumo de café y un menor riesgo de cálculos biliares, diabetes, enfermedad de Parkinson, menores tasas de progresión de fibrosis hepática y cirrosis y el fortalecimiento de los músculos. Respecto a este último beneficio, Jason Tallis, del Departamento de Ciencias Deportivas y Moleculares de la Universidad de Coventry, en el Reino Unido, dijo a esta revista que “la cafeína aumenta la liberación de calcio en el espacio intramuscular, lo que fortalece los músculos”.
Los especialistas afirman que el café ha sido demonizado porque se le ha asociado siempre con malos hábitos como el cigarrillo, el alcohol o el sedentarismo. Pero desde que se eviten esos vicios, puede traer beneficios. Es importante no mezclar la cafeína con mucha leche o azúcar porque puede causar sobrepeso, insomnio y acidez estomacal. Como concluye Murray Mittleman, epidemiólogo de la Universidad de Harvard, “la moderación parece ser la clave aquí, al igual que con muchas otras cosas”.
Muchos estudios han explorado la relación entre el consumo de café y el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca, pero sus conclusiones han sido inconsistentes. Una investigación reciente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, para la que se evaluó un grupo de 140.000 personas durante diez años, no encontró ninguna relación entre el consumo de cafeína y el historial de ataques al corazón y, por el contrario, reveló que tomar cuatro tazas al día ayuda a protegerlo. Aunque la bebida ha sido asociada con hipertensión, Elizabeth Mostofsky, coautora del trabajo que fue publicado en la revista Circulation: Heart Failure, señaló a SEMANA que “hay evidencia de sus beneficios a largo plazo”.
El café contiene antioxidantes que pueden mejorar el metabolismo de la glucosa y la secreción de insulina. Además, reduce la inflamación e inhibe el crecimiento de tumores, por lo que disminuye el riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer. Otra investigación reciente de la Universidad de Harvard, para la que se analizaron 113.000 personas consumidoras de café, mostró que tan solo el 20 por ciento de ellas desarrolló cáncer de piel.
De igual forma, la cafeína tendría un efecto en el desarrollo de cáncer de próstata y el de seno. En ambos casos hay evidencia científica de que reduce el riesgo de padecer este tipo de enfermedades. En el caso de la próstata, así lo reveló un trabajo publicado en el Journal of the National Cancer Institute. Otro, que apareció en Breast Cancer Research, afirma que el café es bueno en mujeres posmenopáusicas con cáncer de seno avanzado.
Todo lo anterior se suma a otros estudios recientes que hallaron vínculos entre el consumo de café y un menor riesgo de cálculos biliares, diabetes, enfermedad de Parkinson, menores tasas de progresión de fibrosis hepática y cirrosis y el fortalecimiento de los músculos. Respecto a este último beneficio, Jason Tallis, del Departamento de Ciencias Deportivas y Moleculares de la Universidad de Coventry, en el Reino Unido, dijo a esta revista que “la cafeína aumenta la liberación de calcio en el espacio intramuscular, lo que fortalece los músculos”.
Los especialistas afirman que el café ha sido demonizado porque se le ha asociado siempre con malos hábitos como el cigarrillo, el alcohol o el sedentarismo. Pero desde que se eviten esos vicios, puede traer beneficios. Es importante no mezclar la cafeína con mucha leche o azúcar porque puede causar sobrepeso, insomnio y acidez estomacal. Como concluye Murray Mittleman, epidemiólogo de la Universidad de Harvard, “la moderación parece ser la clave aquí, al igual que con muchas otras cosas”.
Tomado de: Semana.com
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