CAVA CAFÉ - UN SITIO DE PRESTIGIO EN LA CANDELARIA CARRERA 6a CALLE 8a
CAVA CAFÉ se ha convertido en un referente del buen café en Bogotá. Competir con grandes empresas relacionadas con la venta de café preparado al por menor nos ha hecho que el café que se sirva en nuestras instalaciones de La Candelaria sea de alta calidad, excelente preparación y sobre todo, fina atención.
En CAVA CAFÉ estamos prestos a atenderlos con la debida atención y sobre todo, estamos listos para servirles como usted se merece y ante cualquier pedido en los diferentes tipos de preparación de cafés.
Mitos y realidades del café
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La comunidad científica acepta hoy que el consumo moderado de café -seis pocillos al día, preparados con seis gramos de café por cada pocillo de 150 centímetros cúbicos- no tiene efectos nocivos para la salud humana y, al contrario, puede ser beneficioso. | |
Es mucho lo que se
ha dicho y escrito sobre los efectos que puede tener el café sobre
la salud, de hecho un número importante de investigaciones han
explorado esta relación. Lo primero que hay que aclarar es que la
sensibilidad a la cafeína depende de las condiciones particulares
como el peso corporal, la contextura física, la frecuencia y
cantidad del consumo. También influyen la variedad del grano, el
tipo de molienda, el procesamiento y finalmente el método de
preparación del café.
De los componentes del café, la
cafeína es uno de los que más se ha relacionado con efectos en la
salud. La cafeína es un alcaloide blanco que después de 45 minutos
del consumo se absorbe en el tracto gastrointestinal en un 99 por
ciento; la concentración máxima en el plasma se alcanza entre 15 y
20 minutos; en dosis bajas, su vida media es de 2.5 a 4.5 horas y no
hay diferencias entre niños y adultos aunque hay grandes variaciones
individuales. El contenido de cafeína en una taza de café (en
promedio entre 30 y 60 miligramos) varía en razón a su tamaño, al
modo de preparación y al tipo de café utilizado. A continuación se
aclaran los principales mitos entorno al café.
¿Altera el sueño?
La cafeína estimula el sistema
nervioso central generando el estado de alerta necesario para estar
atento a lo largo de una jornada laboral o académica, mejora el
tiempo de respuesta y está demostrado que las pausas para tomarse un
café y descansar aunque sea solo unos minutos, ayudan a que el
cerebro trabaje mejor. Así lo comprobó recientemente la Universidad
de Psicología de Nueva York.
Diversos estudios han demostrado que la
cafeína incrementa el nivel de alerta y la habilidad para mantener
la atención, mejora el desempeño en tareas de vigilancia, reduce la
fatiga, incrementa la agilidad mental y ayuda a mantener un buen
desempeño durante todo el día.
Los estudios también han demostrado
que al mediodía, generalmente después de almorzar, se presenta
somnolencia y disminución en el rendimiento físico y mental. Este
fenómeno llamado “decaimiento posterior al almuerzo” se ha
asociado a diversos accidentes. La siesta puede contrarrestar este
fenómeno, pero tiene el inconveniente de que disminuye el desempeño
inmediatamente después del descanso (inercia del sueño). En un
estudio realizado en adultos jóvenes se encontró que la combinación
de un poco de cafeína con una pequeña siesta de 20 minutos es más
efectiva que tomar solo una siesta o tomar solo cafeína.
Muchos estudios han mostrado resultados
positivos relacionados con el efecto del café en situaciones donde
la persona necesita mantenerse despierta. Se piensa, entonces, que si
la cafeína sirve para eliminar el sueño, podría entonces
interferir en el patrón normal. Sin embargo, se ha encontrado que
cada persona, de acuerdo con su respuesta individual, es capaz de
controlar el consumo de café de tal manera que no genere problemas
para dormir. Todo dependerá de las características individuales y
del patrón de sueño.
¿Puede crear adicción?
La dependencia a una droga es definida
como una pauta de comportamiento que consiste en la necesidad
repetitiva y compulsiva de adquirir y tomar una sustancia
psicoactiva. Las investigaciones concluyen que, aunque la cafeína
cumple algunos de los criterios para ser catalogada como una
sustancia que causa dependencia, el riesgo relativo de adicción es
mínimo. La evidencia científica no ha mostrado que el sistema
nervioso central desarrolle tolerancia a los efectos de la cafeína
como tampoco que las personas que toman café cada día necesiten
dosis más altas para quedar satisfechas. Al contrario, las personas
mantienen el consumo de cafeína en cantidades constantes.
A lo anterior hay que agregar que la
Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA)
incluyó la cafeína en la categoría “GRAS”, es decir, un
alimento reconocido como seguro.
La posición de la Asociación Médica
de los Estados Unidos (AMA) es muy similar, ya que opina que el uso
de la cafeína con moderación en quienes tienen un estilo de vida
saludable no debe representar ningún problema de salud. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) dice textualmente: “No
existe ningún tipo de evidencia que indique que el uso de la cafeína
sea ni remotamente comparable a las consecuencias físicas y sociales
que se asocian con la adicción a las drogas peligrosas” y no la
incluye en su serie de informes técnicos del Comité de Expertos
sobre Farmacodependencia.
¿Genera gastritis y problemas
estomacales?
La gastritis es la inflamación de la
mucosa del estómago. Este trastorno puede tener su origen en muchas
causas que conllevan a un incremento absoluto o relativo en la
secreción de ácido gástrico y a una disminución en los mecanismos
de defensa de la mucosa. En los últimos años se ha implicado en el
origen de esta enfermedad un agente infeccioso, el Helicobacter
pylori; existen también otros factores relacionados con el estilo de
vida como son el consumo de alcohol, de medicamentos
antiinflamatorios, el uso del cigarrillo, los altos niveles de estrés
y algunos hábitos alimentarios que contribuyen a incrementar la
secreción de ácido clorhídrico por las células de la mucosa
gástrica. El Grupo de Estudio Europeo para enfermedades gástricas
publicó una revisión sobre factores de riesgo para gastritis
crónica. Los investigadores concluyeron que no existe suficiente
evidencia para asociar factores dietarios, entre ellos el consumo de
café, con la gastritis crónica y afirma que en la población
europea el mayor factor de riesgo identificado con la gastritis
crónica es la infección por H. pylori.
El reflujo gastroesofágico es un
trastorno que se presenta cuando el contenido gástrico pasa del
estómago al esófago debido a la relajación transitoria o crónica
del esfínter esofágico inferior. Existen muchos factores de estilo
de vida que desencadenan y agravan los síntomas del reflujo
gastroesofágico, como el exceso de peso, el cigarrillo, las bebidas
alcohólicas, la pimienta, los jugos ácidos, el chile, el café, el
té, las bebidas colas, el chocolate y el alcohol. Es conocido que la
cafeína estimula la secreción ácida en el estómago y reduce la
presión del esfínter esofágico inferior, efectos que han sido
utilizados como evidencia de que el café no debería ser consumido
por personas con reflujo gastroesofágico. Al estimular la secreción
de ácido, la cafeína aumenta los síntomas del reflujo, efecto
irritante que desaparece tras la administración de antisecretores.
Por lo anterior, en pacientes con diagnóstico de reflujo
gastroesofágico, en los cuales la cafeína disminuye el tono del
esfínter, debe evitarse no solo el café sino todos los alimentos
que la contengan como el té, el chocolate y las bebidas colas;
evaluar la tolerancias de cada paciente y prevenir los factores que
agravan los síntomas.
¿Disminuye el calcio en los huesos?
Se ha reportado que el consumo de
cafeína y de café fuerte puede constituirse en un factor de riesgo
para la osteoporosis. Al respecto la evidencia es inconsistente y los
resultados de diversas investigaciones, contradictorios. Muchos
estudios no han logrado mostrar la asociación entre el consumo de
cafeína y la pérdida de masa ósea, pues es conocido que tanto
factores genéticos como relacionados con el estilo de vida pueden
afectarla.
Un estudio evaluó la asociación entre
el consumo de cafeína y la densidad mineral ósea en mujeres sanas y
encontró que en aquellas mujeres premenopáusicas el consumo de
cafeína no fue un factor de riesgo importante para la pérdida de la
masa ósea, aún en las que tuvieron un bajo consumo de calcio. Otro
estudio en mujeres posmenopáusicas mayores encontró que el consumo
de más de 300 miligramos al día (seis tazas) de cafeína aceleró
la pérdida ósea en la columna, sobre todo en mujeres mayores
delgadas. Pero también concluye que un consumo adecuado de calcio
puede contrarrestar el efecto negativo de la cafeína.
Como se puede observar, los resultados
de las investigaciones en este tema son contradictorios. Por lo
anterior, se puede deducir que cada persona tiene una susceptibilidad
genética a la osteoporosis. De acuerdo con el panorama anterior, las
recomendaciones para la prevención de la osteoporosis apuntan a un
consumo adecuado de calcio dietario y un consumo moderado de cafeína,
el cual ha sido considerado menor a 300 miligramos al día.
¿Puede provocar hipertensión
arterial?
El Instituto Nacional de Salud de los
Estados Unidos y el Comité Conjunto Nacional para la Prevención,
Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión, en su más
reciente informe, no menciona que el café o a la cafeína sean
factores de riesgo para hipertensión. La Asociación Americana del
Corazón afirma que tomar café con moderación no parece tener
efectos adversos sobre la presión arterial en personas sanas.
¿Incrementa el riesgo de enfermedad
cardiovascular?
Existen diferentes factores de riesgo
que se han asociado a la enfermedad cardiovascular. Entre los nuevos
factores de riesgo que se han identificado está el aumento de los
niveles de homocisteína, sustancia formada durante el metabolismo de
las proteínas como un producto intermedio; cuando sus valores se
aumentan por encima de su sus valores normales, puede aumentar el
riesgo de enfermedades del corazón. Hasta hoy no es claro cómo el
café afecta los niveles de homocisteína y los resultados de
diferentes investigaciones son controvertidos; mientras unos muestran
alguna correlación positiva, otros no confirman tal asociación.
Un estudio reciente realizado en la
población colombiana mostró que el consumo de diferentes dosis de
café filtrado, equivalentes hasta 240 miligramos de cafeína, no
produjo cambios significativos en los niveles sanguíneos de
homocisteína ni en la presión arterial en individuos sanos con la
presión arterial normal. En las personas del grupo que no tomó
café, ni los niveles de homocisteína como tampoco los de presión
arterial disminuyeron significativamente con respecto a los otros
grupos que tomaron diferentes dosis de café filtrado. Otros estudios
han mostrado que en pacientes con hipertensión con o sin
tratamiento, el consumo de cinco pocillos de café instantáneo al
día sí produjo aumento en los niveles de presión arterial.
De otro lado, se ha comprobado que el
café tiene muchos componentes beneficiosos, entre ellos los
polifenoles, que son agentes antioxidantes que ayudan a combatir los
radicales libres y a disminuir los niveles de estrés oxidativo. Los
radicales libres se han relacionado con el envejecimiento, las
enfermedades cardiovasculares y pulmonares, los procesos
neurodegenerativos y hasta el cáncer.
¿Causa infertilidad?
El efecto de la cafeína sobre la
gestación ha sido tema de gran interés para la comunidad científica
y aunque es prudente la recomendación de moderar su consumo, la
evidencia encontrada hasta ahora no es lo suficientemente fuerte para
aconsejarle eliminar el café a la mujer que quiere concebir. Los
investigadores, tanto de los Centros para el Control y Prevención de
las Enfermedades, como de la Universidad de Harvard, examinaron la
asociación entre el consumo de bebidas cafeinadas y el tiempo que
las mujeres tardaban en concebir.
El estudio concluyó que
el consumo de cafeína tuvo muy poca influencia en el tiempo que
tardaban para concebir; tampoco fue considerado un factor de riesgo
para la infertilidad. Otro estudio en 11.000 mujeres encontró que
mientras que las fumadoras que consumían más de ocho pocillos de
café demoraron la concepción, las no fumadoras no tuvieron ese
problema pese a que consumían cafeína.
No existe suficiente
evidencia para asociar factores dietarios, entre ellos el consumo de
café, con la gastritis crónica.
El café tiene muchos
componentes beneficiosos, entre ellos los polifenoles, que son
agentes antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres. Tomado de Revista Bienestar SANITAS
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