PROPÓSITOS PARA EL NUEVO AÑO - ACOMPAÑELOS CON CAFÉ


Hacer ejercicio, bajar de peso, dejar de fumar, cambiar de empleo, graduarse y conocer el mar. Estos son solo algunos ejemplos de la larga lista de propósitos que por esta época invaden la cabeza de la gente que quiere saldar deudas con el espíritu.

Todos reflejan la intención de mejorar en distintos aspecto de la vida, eso es natural... Lo que es curioso es que estas buenas intenciones obvian, de manera consistente y tendenciosa, el bienestar del departamento inferior del cuerpo.

En otras palabras, nadie reconoce, por lo menos en público, que el próximo año tratará de mejorar ese aspecto en particular. A nadie le oye uno decir que pondrá de su parte para aumentar la frecuencia de los orgasmos o que tendrá uno de ellos para saber cómo es la cosa. Nunca. Al parecer, hablar de erecciones no es políticamente correcto cuando pululan los villancicos.

Pues bien, a riesgo de ser empalizada me atrevo a hacerles algunas sugerencias para mejorar la vida bajo las sábanas, porque estoy segura de que para los demás aspectos de la vida, todos tienen ya una lista larga.

Primera recomendación: no se quede nunca con las ganas. Si en su cabeza ha rondado alguna fantasía, esfuércese por hacerla realidad. Despréndase de prejuicios, deje a un lado el miedo y propóngase alcanzar la meta antes de que acabe el próximo año. Eso sí, no está de más recordarle que la fantasía debe ser posible; mejor dicho, eso de querer acostarse con Brad Pitt, con Angelina Jolie o con los dos a la vez es una tontería... Sea realista.

Revise su arsenal de posturas en el aquello. Por nutrida que sea siempre hay una nueva que puede poner en práctica. No se inhiba. Revise el Kamasutra y vuélvase una autoridad en la teoría y en la práctica de una de ellas. Prometo que, además de sorprender a su pareja, lo disfrutará en extremo.

Como los orgasmos no se le niegan a nadie, y además son gratis, procúrese más de uno. Las mujeres multiorgásmicas no se han ganado esta dicha en ningún concurso, eso se logra conociéndose y entrenando: ¡Manos a la obra!

Cuente sus polvos a la semana y convénzase de que aumentar ese número es una ganancia. Ahora, si puede tener varios por día o por faena, perfecto. No solo no es pecado sino que además le pone a brillar los ojos.

Dedique un poco más de su pensamiento al aquello. Si piensa en sexo, las ganas, que a veces se alejan, retornan. Invite a la memoria encamadas memorables, recree sus ratos gratos, sus buenos momentos. No sobra ayudarse un poquito.

Deje los prejuicios y pruebe un juguete sexual. Si algunos magos han gastado horas en diseñarlos y en garantizarlos es tontería desconocer que existen. Hay para todos los gustos y bolsillos.

Deje de medir el tiempo. Dedíquele todo un fin de semana a la actividad perineal, por lo menos pruebe toda una noche, a no ser que sea un delicioso quickie. Deje las carreras y disfrute, procure que el año que viene les traiga calma a sus polvos.

Organice una excursión en busca de su punto G. ¿Quién quita que lo encuentre? Si lo logra no deje de visitarlo y comparta la experiencia. Qué bueno sería llegar al fin de año con unas nuevas coordenadas en su cuerpo.

Deje la timidez y escuche propuestas. No me refiero a que se encatre con la primera persona que se lo proponga, pero sí a que se sienta deseada y gustadora; eso eleva la autoestima y las ganas. Ah, si algo le atrae, no lo deje ir.

Finalmente, sálgase de la rutina y esmérese por hacer de cada polvo algo espectacular y digno de recordar. El sexo, no lo olvide, es bueno para todo: mejora el genio, fortalece el corazón, pone bonita la piel, oxigena y actúa como una especie de elíxir antiedad... Practicarlo como Dios manda, ya lo ve, le ayudará a cumplir con más de un propósito de su larga lista de Año Nuevo. Hasta luego.

Publicado en: Revista Carrusel - Colombia

Comentarios

Entradas populares