LA HISTORIA DEL CAFÉ - DESDE LA CAVA

El café se toma Europa

Tal como sucedió con el gusano de seda en la China, e incluso, con la también porcelana china, los árabes trataron de mantener en secreto el café o cafeto. Si bien no era “el agua de la vida” como el whisky escocés, era un secreto bien guardado que querían mantener a cualquier costo, por lo que se prohibió durante muchos años la exportación de plantas de café fuera de los territorios musulmanas estuvo prohibida.

Mientras duró la prohibición musulmana de la exportación tanto de la planta como del café en grano, del lado cristiano quienes llegaron a conocer de dicho fruto y bebida, lo consideraron como diabólico, por aquello de los efectos excitantes y estimulantes que generaba dicha bebida.

Pero se dice, que en aquella época primó más el deseo y curiosidad y por supuesto, la disputa entre cristianos e “infieles”, tal como los primeros denominaban a los segundos, lo que determinó que el papa Vicente III tomará la decisión de aceptar el café como una bebida para degustar, hasta el punto que dice que llegó a decir: "El café es tan delicioso que es una lástima dejárselo exclusivamente a los infieles".

El cafeto o café no eran conocidos en Europa antes de 1450. Para la época de su “descubrimiento” e inicio de su preparación y degustación se bebía café en Adén, luego pasó a La Meca a finales de ese siglo, en 1510 llega a el Cairo, y en 1555 a Estambul y así va avanzando en el Mundo Islámico entre períodos de prohibición y tolerancia.

El café es asumido en el medio musulmán como una gran bebida, especialmente por sus efectos estimulantes y ante la prohibición que existía y sigue existiendo del alcohol entre los musulmanes.

Finalmente y producto de los intercambios mercantiles de la época, como diríamos hoy, de la globalización y la apertura comercial, el café llegó a Europa a través de Venecia en 1615. Recordemos que los venecianos tenían entonces un activo comercio con Estambul antes y después de la toma por parte de los turcos. Posteriormente en 1645 se abrió en Venecia el primer Café como establecimiento. Hoy en dicha ciudad, alrededor de la célebre Plaza de San Marcos existen un sinnúmero de cafés en donde el precio de la gustativa “bebida negra caliente” reviste altos precios ante la inmensa demanda de turistas de todo el mundo que visita tan emblemático sitio.

Uno de los cafés más conocidos de Venecia fue el abierto en 1720 por Floriano Francesconi, con el nombre de Caffè de la Venecia Triunfante, que luego pasó a llamarse Caffè Florian, emplazado en la mítica Plaza de San Marcos, convirtiéndose en su momento en un importante centro de actividades culturales y comerciales, pero que hoy en día es el sitio preferido de millares turista que visitan Venecia. Por ser esta ciudad un centro eminentemente turístico y patrimonio histórico de la humanidad, cuenta con cientos de cafés.